Claude Monet
Crepúsculo en Venecia:
Obra clásica del impresionismo pintada por Claude Monet en 1908. Se trata de uno de los cuadros más representativos del pintor. Caracterizado por los tonos anaranjados con los que el artista pecibió el ocaso de la ciudad italiana. Se distinguen: el agua y la catedral de Venecia.
Actualmente esta pintura está expuesta en el Museo de Arte Bridgestone, Tokio.
Vicent Van Gogh
Los girasoles:
Los girasoles es una serie de cuadros al óleo realizados por el pintor holandés Vicent Van Gogh. De la serie hay tres cuadros similares con catorce girasoles en un jarrón, dos con doce girasoles, uno con tres y otro con cinco.
Van Gogh pintó los primeros cuatro cuadros en agosto de 1888, cuando vivía en Arlés, en el sur de Francia, y otros tres similares en enero del año siguiente. Las pinturas están todas ejecutadas en lienzos de cerca de 90 x 70 cm.
Usó un pigmento en sus girasoles, el amarillo de cromo o cromato de plomo, al cual deben su misterioso y enigmático color. La descomposición del cromato de plomo por efecto de la exposición a la luz convirtió el amarillo brillante original en un tono pardo verdoso.
Gauguin
Mujeres tahitianas:
Esta obra la realizó Gauguin durante 1891, su primer año de estancia en
Polinesia. La escena representa a dos jóvenes tahitianas sentadas en la
playa. Una de ellas realiza un trabajo artesanal, mientras que la otra
tiene una actitud meditabunda.
En esta obra, utiliza la técnica desarrollada en su etapa bretona para superar las limitaciones expresivas del Impresionismo, y transmitir el primitivismo de la escena. Por una parte, aplica gruesas pinceladas de colores planos sobre el lienzo, en áreas delimitadas por el dibujo negro («cloisonnisme»). Las formas se han depurado y simplificado en consonancia con el mensaje de sencillez y armonía con la naturaleza que nos quiere dar. Por otro lado, Gauguin consigue un efecto decorativo mediante el uso equilibrado del color, que está presente en tonos puros y brillantes.
El mensaje simbólico de la inocencia, lo transmite mediante la florerilla del suelo, y las que llevan las mujeres en el pelo. El uso de flores para simbolizar la inocencia será una constante en su obra.
En esta obra, utiliza la técnica desarrollada en su etapa bretona para superar las limitaciones expresivas del Impresionismo, y transmitir el primitivismo de la escena. Por una parte, aplica gruesas pinceladas de colores planos sobre el lienzo, en áreas delimitadas por el dibujo negro («cloisonnisme»). Las formas se han depurado y simplificado en consonancia con el mensaje de sencillez y armonía con la naturaleza que nos quiere dar. Por otro lado, Gauguin consigue un efecto decorativo mediante el uso equilibrado del color, que está presente en tonos puros y brillantes.
El mensaje simbólico de la inocencia, lo transmite mediante la florerilla del suelo, y las que llevan las mujeres en el pelo. El uso de flores para simbolizar la inocencia será una constante en su obra.